Suelos

El suelo es un factor determinante en el cultivo de la viña y por ende, en el carácter del vino. La textura, la composición y la porosidad son los 3 factores que califican un suelo.

La textura se puede resumir en el tamaño de los elementos de suelo. Se distinguen los suelos de arcilla, de sílice, arenosos, calcáreo, de pizarra y volcánico. Son de diferentes granularidad. Pueden ser mixtos como el suelo arcillo-pedregoso.

La composición consiste en el tipo de roca o de tierra y esta vinculado con los nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, hierro), el PH (alcalinidad/acidez) y las propiedades de las rocas (calor, porosidad).

La porosidad determina la capacidad de drenaje, retención de agua y oxigenación del suelo.

Tipos de Suelos

  • Aluvial: Suelos formados por araste de del Rio
  • Coluvial: Suelos formados por erosión de la cordillera
  • Sedimentario: Acumulación de materiales estáticos

Por su extenso territorio de cordillera a mar, el valle de Aconcagua tiene casi todo tipos de suelos.

La gran cantidad de materiales orgánicos y minerales traída por los ríos (Aconcagua, Putaendo) aporta los nutrientes necesario al buen desarrollo de la vid.

El pH o alcalinidad del sueldo es neutro o básico y hace que los vinos no necesitan una corrección de acidez.